
Conservas Herpac
Herpac nace en Barbate, cuna del atún rojo y del arte milenario del almadraba. Lo que comenzó como un pequeño obrador familiar es hoy una marca de referencia en conservas, salazones y ahumados, sin perder un ápice de autenticidad.
Seguimos elaborando a mano cada producto, con el mismo respeto y mimo que cuando empezamos. Porque en Herpac creemos que el sabor no se crea: se conserva. En cada tarro, en cada lata, llevamos el alma del mar andaluz, la tradición pesquera y una manera de vivir que no entiende de atajos.

El alma del atún, hecha a mano
En Herpac, la tradición no se explica: se trabaja. En cada pieza de atún, hay manos que lo filetean con precisión, que lo salan en su punto justo y lo colocan a mano como dicta el oficio. Así se elaboran nuestros salazones, mojamas y conservas: como lo han hecho siempre los que conocen el mar desde dentro.
Muchas de nuestras trabajadoras han crecido viendo este trabajo, aprendiendo con la vista y perfeccionando con la experiencia. En sus manos vive una herencia que ha hecho de Barbate un lugar único en el mapa gastronómico.
Cada lata es más que un producto: es historia, es territorio, y es la esencia de un oficio que no ha perdido ni una gota de autenticidad.

