
Ramón Franco
Fundada en Galicia en 1961, la marca nació del vínculo directo con el mar, cultivando sus propios mejillones en la Ría de Arousa. Selecciona únicamente piezas de tamaño y sabor excepcionales, respetando los ciclos naturales y apostando por una pesca y producción responsable. Cada conserva se elabora a mano, con un cuidado minucioso en la limpieza y colocación de los mariscos, reflejando más de medio siglo de experiencia y pasión por lo auténtico. Así, cada lata representa el alma del mar gallego y el compromiso de una familia con la calidad.

Donde vive el mejillón con sabor auténtico
Ramón Franco nació al ritmo del mar, en Punta Saleira, A Pobra do Caramiñal. Al principio, su fundador cultivaba mejillones desde los viveros en las bateas, cuidado con paciencia, consciente de que lo bueno lleva tiempo. Con los años, esos mejillones recogidos al momento, el saber de los maestros bateeiros, y la atención artesanal al detalle se convirtieron en el corazón de cada conserva.
Hoy, con varias generaciones al frente, Ramón Franco sigue fiel a aquel espíritu: seleccionan, limpian, colocan cada pieza a mano, dejan reposar el producto como si fuese un vino, miman sus salsas caseras. Y aunque sus conservas han cruzado fronteras, la filosofía heredada —la del producto limpio, gallego, sabroso— sigue intacta. Cada lata cuenta una historia de mar, paciencia, artesanía… y orgullo.

